30 sept 2010

Video relacionado con la Reserva Montes Azules, en el Corazon de Chiapas.

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Instituciones gubernamentales y científicas que trabajan en la zona

UNAM, PROAFT, SEMARNAT, Centro de Investigaciones del Sureste, Instituto de Ecología, El Colegio de la Frontera Sur, ecosfera, fundareb, Instituto de Ciencias y Artes de Chiapas, Instituto de Historia Natural de Chiapas, INI, INAH, CI, TNC y diversas universidades extranjeras.

Estudios y proyectos
Inventarios biológicos (plantas, mamíferos, aves, insectos, peces, hongos).
Investigaciones arqueológicas y antropológicas.
Ecología y control de agentes transmisores de paludismo.
Estudio de ecología animal y vegetal.
Ecología de la conservación.
Cambios micro y mesoclimáticos.
Estudios etnobiológicos.
Ecología y manejo de recursos naturales.

Legislación


En 1978 se publica el decreto en el Diario Oficial de la Federación como Zona de Protección
Forestal de la Cuenca del Río Tulijá y de la Reserva Integral de la Biosfera Montes Azules, lo cual constituye la primera acción formal del gobierno para proteger los recursos naturales del trópico húmedo. Asimismo, son aplicables en la región las disposiciones federales de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, la Ley Forestal, la Ley Federal de Caza y la Ley Federal de Aguas Nacionales, entre otras, todas esas regulaciones conforman una base legal muy amplia en la que se fundamentan las normas relativas al uso del suelo y de los recursos naturales de la Selva Lacandona. De conformidad con el artículo 60 fracción VI de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente, las declaratorias por las que se establecen las áreas naturales protegidas, deberán contener los lineamientos para la realización de las acciones de preservación, restauración y aprovechamiento sustentable de los recursos naturales para su administración y vigilancia, así como la elaboración de las Reglas Administrativas a que se sujetarán las actividades dentro del área respectiva conforme a lo dispuesto en esta y otras leyes aplicables.

29 sept 2010

Manejo del Área


Objetivos de Manejo:

  • Constituir el programa rector de las actividades necesarias a realizar en torno a la conservación de la Reserva de la Biosfera Montes Azules.

  • Promover, facilitar y coordinar las actividades de investigación científica.

  • Promover y propiciar el rescate, generación, capacitación y difusión de alternativas de manejo y aprovechamiento sostenible de los recursos naturales, que contribuyan a mejorar la calidad de vida de los pobladores locales.

  • Contribuir a la protección y al fortalecimiento de la cultura de los habitantes de la Selva Lacandona, incluyendo el cuidado de los sitios arqueológicos y el rescate de los conocimientos tradicionales de interacción con la naturaleza.

  • Promover la participación de los diferentes sectores de la sociedad y niveles de gobierno, en la toma de decisiones normativas tendientes a la conservación y uso sustentable de los recursos naturales presentes en la Reserva.

  • Regular las acciones a realizarse en la Reserva de la Biosfera Montes Azules.

La Reserva de Montes Azules fue creada en el año de 1978. Actualmente es administrada por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), su personal básico es un director, un subdirector, un administrador y tres responsables de proyectos. El presupuesto operativo anual asignado por la federación es de 118.181 dólares. Otros organismos que apoyan al área con recursos son los provenientes del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF por sus siglas en ingles), los datos nos indican que para los años 2001 y 2002 se entregaron apoyos por 163.651 dólares y para el 2003 (72.727 dólares), con ello se han contratado a tres promotores y nueve guarda parques para fortalecer el programa de inspección y vigilancia. Para atender el problema de la tenencia de la tierra, daños ecológicos y asentamientos irregulares dentro de la Reserva, el Gobierno del Estado de Chiapas y el Gobierno Federal crearon un fondo de aproximadamente 726.000 dólares (Adrián Méndez, Com Pers.). La Reserva se localiza en los municipios de Las Margaritas y Ocosingo, las coordenadas extremas que delimitan el área protegida son: 16º 04' 55", 16º 57' 28" N y 90º 45' 01", 91º 30' 24" O.

Después de un año de negociaciones, el mes de enero de 2004 el Gobierno del Estado de Chiapas, logro firmar un tratado de financiamiento con la Unión Europea (UE) para proyectos de desarrollo social. El convenio prevé invertir en los próximos cuatro años 31 millones de Euros. Con este proyecto se beneficiaran habitantes de las micro regiones que se encuentran, en las zonas de influencia de las áreas protegidas de la Selva Lacandona, en particular Montes Azules (Elvira, 2004).

El área de Montes Azules cuenta con un amplio programa de manejo para su operación y es apoyada por un Consejo Asesor, formado por instituciones académicas, organizaciones no gubernamentales, instituciones de gobierno y autoridades comunales (INE 2000).


Zonificación
La zonificación de esta área protegida fue el resultado de los procesos de consulta y consenso que coordino la Dirección de la Reserva, a través de actividades participativas como reuniones y talleres entre los sectores productivos, las comunidades asentadas en el área, propietarios y poseedores de predios, así como el Consejo Asesor de la Reserva (INE 2000). Las zonas que se determinaron fueron las siguientes:

1) Zona de Protección
Se ubica al centro de los límites de la Reserva y abarca una superficie de 22.288 ha. Es una de las áreas mejor conservadas donde la actividad humana es escasa o nula. Las acciones que se realizan son de protección de los ecosistemas, de sus procesos ecológicos y del germoplasma que contienen. Se lleva a cabo investigación científica no manipulativa, actividades de protección y educación ambiental.

2) Zona de Uso Restringido
Es la zona de mayor extensión dentro de la Reserva y se ubica desde la región centro, norte y sur. Tiene una superficie de 234.146 ha. En la zona se encuentra el área más extensa y continua de selva en muy buen estado de conservación, es la principal aportadora al sistema hidrológico que atraviesan a la Reserva, incluye ríos como Lacanjá, Lacantún, San Pedro y Tzendales, además de las lagunas de Ocotal y Miramar.

Esta zona constituye el área fundamental para la conservación de los ecosistemas y las cuencas hidrológicas. Las actividades permitidas dentro de esta zona son de investigación, monitoreo, educación ambiental, protección y ecoturismo de bajo impacto. Otras actividades permitidas son las de restauración ecológica y recorridos por senderos. En esta área queda prohibido el cambio de uso de suelo, la tala, la introducción de especies exóticas, las actividades agropecuarias, las pesqueras y el desarrollo de infraestructura como carreteras y nuevos asentamientos humanos.

3) Zona de Aprovechamiento Sustentable de los Recursos Naturales (ZASRN)
Esta zona es representada por dos diferentes superficies de la Reserva, una localizada al noreste en Palestina y otra en la región oeste de Miramar. En estas zonas se localizan la mayor concentración de asentamientos humanos. La primera zona de aprovechamiento corresponde a Nueva Palestina con una superficie de 29.298 ha y la zona de aprovechamiento de Miramar con 41.568 ha. Las actividades que se realizan en esta zona son agropecuarias y de aprovechamiento de los recursos naturales. Se promueve el cultivo de milpas y el uso de abonos verdes, el desarrollo de investigación aplicada para el manejo integral y sustentable de los recursos naturales de uso actual y potencial.

4) Zona de Uso Tradicional
Se ubica al noreste de la Reserva con una extensión de 3.899 ha. Es la zona de uso tradicional de los lacandones para la producción de básicos, aprovechamiento de fauna y recolección de productos no maderables para autoconsumo. Se promueven las investigaciones etnobiológicas, las practicas tradicionales como el manejo de policultivos y acahuales por los lacandones.

La Dirección de la Reserva tiene una oficina central en la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, otra más en la Ciudad de Palenque y tres casetas de control y vigilancia en los alrededores del área protegida. Existen dos estaciones de campo en operación, la primera se localiza, dentro de los límites del área protegida frente al poblado de Chajul por lo que lleva ese mismo nombre. Es administrada por la organización Espacios Naturales y Desarrollo Sustentable A.C. (ENDESU), desde el año de 1998. Las actividades que desarrolla esta organización son de ecoturismo y apoyo a proyectos de investigación. La segunda es la estación Ixcán localizada en el ejido del mismo nombre, en el municipio de Las Margaritas. El proyecto fue impulsado por la organización Conservación Internacional, quien después de operar las instalaciones durante 6 años y dar capacitación a los ejidatarios para que ellos mismos la manejaran, quedo en manos de la cooperativa del ejido Ixcán a partir del año 2001 (I. March Com. Pers). El principal enfoque de la estación es la prestación de servicios turísticos y en menor grado al apoyo de investigaciones.

Hoy en día, ENDESU construye una nueva estación de campo en la zona de uso restringido de Montes Azules, localizada cerca a la boca del Río Tzendales.

Por otra parte, el gobierno de México en el año 2003, gestiono diversos convenios de cooperación bilateral en materia de medio ambiente (CONANP, 2003). Para el área protegida de Montes Azules se trabaja con el gobierno de Cuba y de Guatemala con su Comisión Nacional de Áreas Protegidas (CONAP), en programas de hermanamiento de reservas. La reserva de la biosfera de Cuba para este programa sería Guanahacabibes y por Guatemala el Parque Nacional Sierra Lacandón. Algunas de las principales líneas de cooperación incluyen:
                       
  • Planificación y manejo de áreas protegidas
  • Uso público
  • Fuentes de financiamiento
  • Restauración de ecosistemas
  • Investigación y monitoreo de especies y ecosistemas
  • Intercambio y capacitación
  • Desarrollo social
  • Inspección y vigilancia
  • Aspectos jurídicos

Biodiversidad


Es el área de mayor biodiversidad para el neotrópico mexicano; representa el 0.16% de la superficie del territorio nacional y cuenta con el 20% de la diversidad de plantas en el país, representado con 4 300 especies aproximadamente; el 25% de las aves, contando con 345 especies y el 27% de los mamíferos con 114 especies. En los invertebrados, solamente para el caso de las mariposas, sus 800 especies diurnas representan el 44% del total de México.

La reserva presenta el límite de distribución boreal para una numerosa biota procedente de los refugios pleistocénicos de Polochic en Guatemala y Chiriquí en Panamá. Se presentan elementos relevantes como la planta Lacandonia schismatica , o bien constituye el último relicto para especies vulnerables como la guacamaya roja.


Flora y Vegetación

Cedrela odorata
Constituye la mayor extensión de selva perennifolia del país, su conservación es vital para mantener nuestra biodiversidad y sus servicios ambientales.
La flora de la región aún depara nuevas formás para la ciencia; se han encontrado nuevas especies de las familias Eritroxilácea, Simarubacea y el subórden de Lacandonia schismatica . Entre otras especies también destacan las caobas, cedros, ceibas y amates milenarios, que llegan a alcanzar hasta 60 m de altura.
En la región de Montes Azules se han descrito 3.400 especies de plantas. El cedro (Cedrela odorata), la caoba (Swietenia macrophylla) y la ceiba (Ceiba pentandra) son elementos de la selva alta perennifolia. Se conoce que un árbol se han reportado hasta 70 especies diferentes de orquídeas.

De acuerdo con Rzedowski (1983), se han registrado más de 500 especies de plantas vasculares. El estudio florístico más reciente sobre la porción mexicana de la selva lacandona, consigna un total de 3,400 especies de plantas vasculares (Martínez, et al., 1994). De ellas al menos 23 se encuentran bajo el riesgo de amenaza, endémicas o en peligro de extinción, entre las cuales destaca la Lacandonia schismatica, especie recientemente descrita, cuyo descubrimiento motivó la creación de una nueva familia botánica. Los tipos de vegetación presentes en la reserva son:

Selva alta perennifolia. Ésta cubre la mayoría de la reserva; se distribuye de los l00 a los 900 m s.n.m., en relieves abruptos con suelos someros y drenaje deficiente. Los árboles más altos alcanzan los 60 m, con dominancia de las especies: Terminalia amazonia (canshán), Lonchocarpus sp. (palo de aro), Schizolobium parahybum (guanacaxtle), Swietenia macrophylla (caoba), Cedrela odorata (cedro), Brosimum alicastrum (ramón), Dialium guianense, Manilkara zapota, Guatteria anomala, Vatairea lundelli, Pseudolmedia oxyphyllaria, Quararibea funebris, Bernoullia flammea, Sterculia apetala, Cupania sp., Alchornea latifolia y Cymbopetalum penduliflorum. En el sotobosque dominan las palmas umbrófilas.

Selva mediana perennifolia de canacoite (Bravaisia integerrima). Crece sobre suelos hidromórficos planos, inundables por largas temporadas; logra alturas de l5 a 25 m. Se compone de cuatro estratos. En el superior se encuentran: Platymiscium yucatanum, Vatairea lundellii, Diospyros digyna, Calophyllum brasiliense y Pithecellobium arboreum. En el estrato arbóreo medio se destacan: Bravaisia integerrima, Pachira aquatica, Scheelea liebmannii, Coccoloba barbadensis, Spondias mombin y Tabebuia rosea. En el estrato bajo dominan: Andira inermis, Cordia sp., Quararibea funebris, Guarea spp., Dendropanax arboreus y Sapindus saponaria. En el sotobosque crecen las palmas umbrófilas: jahuacté de bajo (Bactris spp.) y chichón (Astrocaryum mexicanum).

Bosque de pino-encino. Se ubica hacia la porción noreste de la reserva por arriba de los 850 m s.n.m., en las laderas de los cerros que rodea la laguna El Ocotal, con Pinus tenuifolia, P. oocarpa y P. pseudostrobus, mezclados con Myrica mexicana y Clusia flava. En las partes bajas con suelos profundos crecen Quercus peduncularis y Q. segoviensis.



Bosque mesófilo de montaña. Próximos a los pinares se encuentran manchones de bosque mesófilo de montaña, con menos de 5% de la superficie total. Se componen de Pinus oocarpa, Quercus sp., Zanthoxylum procerum, Saurauia leucocarpa, P. tenuifolia y Astronium graveolens.

Bosque ribereño. Se distribuye en los cauces de los ríos. Se puede encontrar desde los 0 hasta los 2,000 m s.n.m., en una topografía plana de suelos profundos y anegables con un sustrato limoso o lacustre. Puede presentar uno o dos estratos arbóreos con alturas de 10 a 40 m. Las especies dominantes que marcan las distintas agrupaciones del bosque son: Ficus glabrata, Salix chilensis, Inga spp., Lonchocarpus guatemalensis, Pithecellobium arboreum, Licania platypus y Bravaisia integerrima (ine, 1993), además de Pachira aquatica, Blepharidium mexicanum, Talauma mexicana, Schizolobium parahybum, Luehea speciosa, Inga spuria, Castilla elastica, Hymenea courbaril, Cecropia obtusifolia, Pancratium littorale, Gynerium sagittatum, Salix humboldtiana y Muntingia calabura (Castillo-Campos y Narave, 1992).

Jimbales. Se localizan hacia el sur de la reserva, en la vega del río Lacantún, en barrancas y zonas casi planas, y en los tulares que crecen en la laguna El Suspiro. En ésta destacan los jimbales, comunidades dominadas por Bambusa longifolia (jimbal). Las especies asociadas a estas comunidades son: Schizolobium parahybum, Luehea speciosa, Lonchocarpus guatemalensis, Inga sapindioides, Talauma mexicana, Castilla elastica, Ceiba pentandra, Pithecellobium arboreum, Bursera simaruba y Spondias mombin (Castillo-Campos y Narave, 1992).

Sabanas. Se encuentran formando una franja entre el bosque ribereño y la selva. La altura de los árboles se aproxima a 7 m. La composición arbórea varía según su proximidad al bosque o la selva. Hacia el bosque son frecuentes Curatella americana, Byrsonima crassifolia, Ateleia pterocarpa, Crescentia cujete, Acacia pennatula. En su límite con la selva se encuentran: Cochlospermum vitifolium, Cecropia peltata, Spondias mombin, Ficus cookii, Gliricidia sepium, Luehea candida y Ardisia spicigera.

Hacia la porción centro-oeste de la reserva existen manchones con vegetación secundaria de la selva alta perennifolia donde se practica la agricultura nómada, sobre todo de maíz. Esto es más notable cerca de la laguna de Miramar.
En la parte noroeste de la reserva, se encuentran formaciones topográficas elevadas donde se mezclan las diferentes comunidades vegetales como la selva mediana subperennifolia, selva baja caducifolia, pinares, encinares, sabanas y sibales (Miranda, 1952).

Fauna 

Panthera onca

En esta reserva se encuentra el 27% del total de los mamíferos del país, representados por 114 especies entre ellos el jaguar (Panthera onca) y el tapir (Tapir bairdii). Las aves sobresalen con el 30% del total del país, 341 especies con representantes como el águila arpía (Harpia harpyja) y la guacamaya roja (Ara macao). Los invertebrados son de los menos conocidos, solamente se tiene un registro de 1.135 especies, sólo de mariposas diurnas existen 543. Los peces cuentan con 112 especies y los reptiles con 77 de las cuales 23 son anfibios y 54 reptiles como el cocodrilo (Cocodrylus acutus) y la tortuga blanca (Dermatemys mawii).


Harpia harpyja

Se registran dos especies únicas de mamíferos para el neotrópico septentrional: el armadillo Cabassous centralis y el mayor murciélago depredador Vampirus suspectum .Un número considerable de sus especies se encuentran protegidas por las normás mexicanas, las más relevantes son: la guacamaya roja ( Ara macao ), el loro cabeza azul ( Amazonia farinosa ), el loro cabeza blanca ( Pionus senilis ), el águila arpía ( Harpia harpyja ), el zopilote rey ( Sarcoramphus papa ), el tlacuachillo acuático ( Chinorectes minimus ), el tlacuache dorado ( Caluromys derbianus ) y el grisón ( Galictis vittata ), el cocodrilo de pantano ( Crocodylus moreletti ), el cocodrilo de río ( Crocodylus acutus ) y la tortuga blanca ( Dermatemys mawei ), entre muchos otros.
Es una de las regiones que aún conserva las poblaciones más grandes del mono araña ( Ateles geoffroyi ), del mono aullador ( Alouatta pigra ), del jabalí de labios blancos ( Tayassu pecari ) y del tapir ( Tapirus bairdii ).


Taxa amenazados
El senso (Tayassu pecari), el jaguar (Panthera onca)(P), el ocelote (Leopardus pardalis)(P), el jaguarundi (Herpailurus yagouaroundi)(A), el puma (Felis concolor) y el puercoespín arborícola (Sphiggurus mexicanus). La reserva alberga numerosas especies de aves en riesgo, tales como el pato real (Cairina moschata)(P), el zopilote rey (Sarcoramphus papa)(P), el águila arpía (Harpia harpyja)(P), el águila ventriblanca (Spizatur melanoleucus)(A), el águila elegante (Spizaetus ornatus)(P*), la guacamaya roja (Ara macao)(P), el búho gorfiblanco (Pulsatrix perspicillata)(P) y los loros de cabeza azul y blanca (Amazona farinosa y Pionus senilis)(A).


En peligro de extinción
En esta categoría se encuentran los tres primates registrados en México y los marsupiales: el tlacuachillo acuático (Chironectes minimus)(P), el tlacuache lanudo o dorado (Caluromys derbianus)(R) y el oso hormiguero (Tamandua mexicana)(A); el tucán real (Ramphastos sulfuratus)(A), el tapir (Tapirus bairdii)(P), el Cyclopes didactylus(P), el grisón (Galictis vittata)(A) y el Amazona auropalliata(A).


Bajo protección especial
Dermatemys mawei, los cocodrilos (Crocodylus acutus y Crocodylus moreletti)(R) y Amazona autumnalis.



Raros
El hormiguero tirano (Cercomacra tyrannina)(R), el milano tijereta (Elanoides forficatus)(R), el trogón colioscuro (Trogon massena)(R) y otras.

25 sept 2010

Antecedentes

Antecedentes legales
El 12 de enero de 1978 fue decretada reserva integral de la biosfera. La reserva se estableció en forma simultánea con la zona de protección forestal de la cuenca alta del río Usumacinta y de la cuenca del río Tulijah con una extensión de 2’6l2,300 ha, quedando comprendida dentro de la zona de protección forestal. Pertenece a la red internacional de mab-unesco desde 1979.
Los terrenos de la comunidad lacandona fueron reconocidos y titulados por decreto el 26 de noviembre de 1971. En 1978 se creó una coordinación ejecutiva, a cargo de la sarh, para coordinar acciones de conservación; ésta desaparece unos años más tarde. En 1986 se formó una comisión intersecretarial, que logró concertar acciones a nivel federal y con la población campesina, pero no a nivel estatal y municipal; desapareció en 1988. El mismo año, el Ejecutivo federal responsabilizó al gobierno del estado y a los chiapanecos la coordinación del Programa Integral Selva Lacandona. En 1989 se decreta a nivel estatal un acuerdo que restringe los aprovechamientos forestales y faunísticos en la reserva. El mismo año fueron emitidos los decretos de dotación para 26 ejidos de la subregión de Las Cañadas, que afectan terrenos de la comunidad lacandona y de la reserva. (ine, 1993).

Antecedentes históricos
La Reserva de Montes Azules se encuentra en la parte oeste de las tierras bajas centrales mayas, la región donde surgió la civilización maya en el periodo Preclásico medio. Por su terreno accidentado ha quedado casi desconocida arqueológicamente. La exploración arqueológica en la Selva Lacandona empezó a finales del siglo pasado con las investigaciones de Alfred P. Maudslay de 1881-1894 y Teoberto Maler de 1898-1900, en la cuenca del río Usumacinta, al este de la reserva; así como con los estudios etnográficos sobre los lacandones hechos por Alfred M. Tozzer. Las ruinas mayas de Toniná y Palenque, al oeste, ya se conocían por las descripciones de John. L. Stephens y los dibujos de su compañero Frederick Catherwood. Mientras tanto, el interior de la Selva Lacandona se consideraba territorio salvaje, de difícil y peligrosa penetración.
Los mayas adaptaron ideas y simbolismos de la sociedad olmeca, la cual ejercía una fuerte influencia por la frontera oeste de la región maya y por la costa del Pacífico y las tierras altas de Guatemala (Lowe, 1977). La zona de la Selva Lacandona es importante para entender las rutas de la influencia olmeca del oeste sobre la cultura maya. Se sabe que hubo asentamientos en el río Tzaconejá y también entradas hacia la región maya por el Usumacinta en Tabasco (Ochoa, 1985). Comúnmente, en las culturas más tempranas dejaron restos menos impresionantes, con estructuras pequeñas o perecederas. Es sumamente importante entender la relación entre los olmecas y los mayas, su interacción y el grado de influencia directa que tuvo esa cultura en el desarrollo maya.
En el periodo Clásico, el área maya se dividió en territorios gobernados por centros primarios y sus ahauob, como los de Toniná y Palenque en la frontera oeste de la Selva Lacandona, y de Yaxchilán y Bonampak en la frontera este. Estas regiones se distinguen por las inscripciones jeroglíficas con sus descripciones de conquista y dominio de un centro por otro. Esto se respalda con la definición de "esferas cerámicas", zonas en las cuales los habitantes compartían artefactos estilísticamente similares. Entre las regiones mencionadas, al este y al oeste de la Selva Lacandona existen grandes centros ya conocidos y otros que quedan todavía por descubrirse. Dentro de la reserva de Montes Azules se pueden mencionar: San Vicente, Blom, Laguna Ocotal Grande, San Juan, Landeros, Campamento de Arreo, Las Ruinas, Healey, Ruinas San Pedro, La Constancia, Tzendales, Lacam-Tun (El Peñol), Cuevas e Isla Petén K’in.
Un aspecto de gran interés es la sobrevivencia dentro de la Selva Lacandona de la cultura maya durante el Postclásico hasta la primera incursión española en la tercera década del siglo xvi. Hubo grandes cambios similares a los de la región maya central, pero por ser zona fronteriza pudo mantener una población de cierto tamaño después de la decadencia o caída de los grandes centros. La cerámica funeraria de las cuevas indica una influencia en la cultura general de Los Altos de Chiapas, lo cual constituye otro punto por investigar en estas regiones (Ekholm, 1992).
Reserva de la Biosfera Montes Azules
La reserva de la Biosefera Montes Azules fue creada en el año de 1978, se encuentra al noreste del estado de Chiapas en la región denominada Selva Lacandona, comprendida en los municipios de Las Margaritas y Ocosingo .

Su acceso es posible por la carretera fronteriza sur.

Se encuentra sobre plegamientos calizos cársticos del Cretácico, que forman una meseta hacia el noroeste y una sucesión de serranías descendentes hacia las cuencas de los ríos Jataté , Lacantún , Usumacinta y Tulijá . En la Meseta Lacandona existen complejos de lagos dolínicos , resumideros, multitud de cuevas y galerías subterráneas.


Fig. Mapa y descripción del área.

Descripcion General
En la Reserva de Montes Azules predomina el clima cálido-húmedo que de acuerdo con García (1988) se caracteriza por presentar una temperatura media anual superior a los 22_ C y una temperatura del mes más frío de más de 18_ C, con un régimen de lluvia de verano e influencia del monzón. La canícula se presenta durante la sequía interestival que se da en la temporada más húmeda, en la mitad caliente y lluviosa del año.
Bajo la influencia del monzón, la precipitación media anual es superior a los 2,500 mm. En el mes más seco la precipitación es de más de 20 mm y la lluvia invernal representa el 3.4% de la anual.
En la sierra de San Felipe, ubicada en el poniente de la reserva, el clima es semicálido, y en la porción sureste se encuentra el clima cálido-subhúmedo con lluvias en verano.
Los vientos dominantes provienen de la zona montañosa ubicada al norte de la mesa central de Chiapas. En esta sierra se forma una zona de alta presión, por lo que el viento se dirige hacia las zonas relativamente más bajas, a la zona de la reserva precisamente.
En la reserva predomina el relieve cárstico, derivado de roca caliza y de procesos endógenos que provocaron movimientos de tensión y compresión que plegaron y fracturaron los estratos y originaron montañas alargadas orientadas con rumbo general noroeste-sureste, separadas por valles intermontanos (ine, 1993). Además, existe un gradiente altitudinal que va de los 300 a los 1,500 m. La mayoría de las sierras son escarpadas y con cañadas de pendientes abruptas.

Existen tres tipos de topoformas: mesetas y valles, planicies y lomeríos, y relieve de origen aluvial.
Las mesetas y valles de origen calizo datan del Cretácico, cuyos estratos son generalmente plegados, cubren la mayor parte de la reserva y corresponden a la zona montañosa. Las planicies y lomeríos son de baja altitud, de la edad Terciaria.
El relieve aluvial se ubica principalmente en las márgenes de las corrientes hidrológicas, lo cual ha dado origen a valles y a la acumulación de suelos, localizados al sureste de la reserva.
La reserva forma parte de la región hidrológica denominada Grijalva-Usumacinta, la más extensa del país. Pertenece a la vertiente oriental de este sistema y se divide en cuatro cuencas: Usumacinta, Salinas, Chixoy y Lacantún.
El río Usumacinta fluye al este del área y sirve como límite internacional entre México y Guatemala. Es la corriente más importante del país por la cantidad de agua que transporta. La totalidad de la reserva se ubica principalmente dentro de la subcuenca Lacantún. Los cuerpos de agua más importantes de la reserva son las lagunas El Ocotal, El Suspiro y Ojos Azules. Las lagunas Miramar y Lacanjá, de mayores dimensiones, se localizan en la porción centro-oeste y noroeste de la reserva.
Los terrenos de la reserva forman parte de la unidad orogénica Meseta Central de Chiapas (Tamayo, 1990), compuesta esencialmente de areniscas, lutitas, margas del Plioceno y materiales ígneos. Durante el Plioceno, emergió un bloque con estratos horizontales que dio lugar a la mesa que se extiende desde San Cristóbal hasta Comitán.
La emergencia de las primeras tierras al sur y al este del área ocurrió durante el Paleoceno debido a los plegamientos del macizo central chiapaneco y de la cordillera de los Cuchumatanes en Guatemala (ine, 1993). El macizo central chiapaneco se desarrolló en forma paulatina desde el Paleoceno hasta el Mioceno. Este proceso provocó los escurrimientos de la paleocuenca del Lacantún-Usumacinta hacia la vertiente preatlántica.
En el Pleistoceno temprano se formaron los volcanes del macizo central Huitepec y Tzontehuitz, con lo que quedaron conformadas las cuencas de los ríos Grijalva, Usumacinta y Lacantún en forma muy similar a la actual (ine, 1993). Posteriormente, el azolve acarreado de los grandes ríos terminó de conformar las planicies del Marqués de Comillas, la Selva Lacandona y la llanura costera de Tabasco.
Los sedimentos marinos son arcilloso-arenoso-calcáreos y frecuentemente contienen invertebrados marinos fósiles y restos de vegetación terrestre; en terrenos ubicados al oriente de los ríos Usumacinta y Salinas se nota la existencia de caliza y dolomita del Cretácico, caliza del Mioceno y estratos del Plioceno y Pleistoceno antiguo, corres-pondientes a formaciones geológicas no marinas. Las formaciones geológicas del Cretácico medio son las que ocupan una mayor extensión y se componen esencialmente de calizas. En las pendientes y cumbres de las montañas se observan peñascos de caliza, grietas, agujeros, sumideros, cuevas y formas llamativas en la superficie debidas a la erosión.
Predominan los suelos de litosol en las áreas montañosas de la parte occidental de la reserva. Ahí las pendientes son abruptas, por lo cual no hay acumulación de sedimentos; la susceptibilidad a la erosión depende de la zona donde se encuentran y varía de moderada a alta.

En áreas relativamente planas predominan regosoles, luvisoles y vertisoles de colores negros a grises con alto contenido de materia orgánica. Finalmente, en las áreas más bajas de terrenos planos se localizan suelos más profundos, de texturas arcillosas. Estos suelos, por sus características topográficas, están expuestos a procesos de lixiviación, lo cual determina que sean ácidos. En las áreas donde confluyen los ríos, hay suelos aluviales, producto del arrastre y sedimentación.